En contra de lo que mi nombre significa. Tintas
Escena antitaurina Llevé durante muchos años mi nombre como una losa. No me gustaba por dos razones: por lo que significa y por la persona que se empeñó en nombrarme así. Con el tiempo, acabé aceptándolo y hoy día hasta me suena bien. A la persona la comprendí pero lo que significa, sigue sin gustarme. Soy antitaurina cien por cien y puedo explicar por qué: La primera razón, que sobra y basta, es que matar sin necesidad, gratuitamente, por puro placer (aunque éste se disfrace de “estético”) a un ser vivo aunque no sea humano, me parece bárbaro. No lo veo como algo cultural que nos enriquezca y que haya que conservar sino más bien como algo primitivo e injustificable a día de hoy que deberíamos erradicar. No disfruto viendo sufrir a nadie: persona, animal o planta. Todos los seres vivos merecemos respeto porque todos formamos un gran ecosistema del que nos beneficiamos mutuamente. Y ya sé (alguien siempre te replica con esto) que sacrificamos a otros animales para