Cara de circunstancias


Uno de mis pasatiempos favoritos, (bueno, para ser exacta mi único pasatiempo) mientras escuchaba a mis profesores de pequeña, soltar el rollo correspondiente, era el de rellenar los bordes del libro y de los cuadernos con dibujos a lápiz o a bolíografo.

 Luego de mayor, durante alguna reunión interminable o cursillo soporífero, seguí practicando la misma afición.
Eran ya tiempos modernos y usaba además del bolígrafo el rotulador.
Solían ser dibujos de este estilo: caras estrambóticas, flores carnívoras, pájaros extraños… aunque conservo también alguno de tipo realista que si aparece por alguna carpeta ya os mostraré.

Bueno, pues ahora que ya no tengo que soportar rollos que no me interesan, sigo teniéndole afición a la cosa pero ya la practico con mas medios y menos disimulo, utilizando también colores sobre todo guaches o tintas.

Las tintas chinas de colores mezcladas con blanco como en el dibujo de hoy, pierden su trasparencia y adquieren unas tonalidades opacas y una consistencia que las hace muy aptas para pintar con pincel. Quedan como el gouache o la témpera pero menos densas y el pincel se desliza con ellas más suavemente.

El dibujo está hecho sobre papel satinado blanco. Algunos trozos sin pintar aparecen en la parte superior de la cara.

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