Siempre me ha gustado jugar con las formas y los colores, crear composiciones totalmente abstractas en las que los protagonistas sean exclusivamente los aspectos pictóricos formales: color, forma, composición, ritmo, equilibrio, contraste...e intentar conseguir con todo ello un conjunto armonioso, equilibrado, agradable a la vista.
Esta vez quise añadir relieve o volumen así que le pedí a mi carpintero particular que me cortara unas tablillas de formas y tamaños concretos.
Primero realicé el dibujo a lápiz sobre papel.
Cuando logré la composición que me satisfacía, hice pruebas de color con pinturas de palo.
Cuando lo tuve ya todo claro, empecé manos a la obra.
Utilicé para el soporte un tablero cuadrado de madera contrachapada de 80cm de lado. Las tablillas también fueron cortadas del mismo tablero.
Tanto las maderitas como el tablero, van pintados con pintura acrílica diluida, sin aparejo previo para que se vean a su través las vetas de la madera.
El conseguir los tonos deseados era el reto pues al ir sin aparejo, había que acertar a la primera ya que un retoque habría arruinado el conjunto.
Las piezas van encoladas.
He quedado satisfecha. Lo miro y me gusta. Me parece que expresa lo que yo buscaba: armonía, serenidad, equilibrio y (espero y deseo) una emoción o sensación placentera a quien lo contemple. Además, disfruté muchísimo haciéndolo.
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