Esta guapísima mujer era la abuela materna de mi pareja.
La dibujé hace muchísimos años, nada menos que en el 77 como puede apreciarse debajo de la firma.
Es uno de los retratos a carboncillo de los que más orgullosa me he sentido y no por sus méritos artísticos, que no los tiene ya que me limité a reproducir lo que veía en la foto sino por la técnica que, modestia aparte, manejé con bastante soltura.
¡Madre mía, qué vista tenía de jovencita! Solo dispuse de una fotografía pequeña, muy clara y nítida, eso sí y de una lupa con la que observaba los detalles. Nada de ordenador con pantalla grande ni de ampliaciones con la impresora como podemos hacer ahora para ayudarnos con los dibujos.
¡Madre mía, qué vista tenía de jovencita! Solo dispuse de una fotografía pequeña, muy clara y nítida, eso sí y de una lupa con la que observaba los detalles. Nada de ordenador con pantalla grande ni de ampliaciones con la impresora como podemos hacer ahora para ayudarnos con los dibujos.
La técnica empleada fue la que he explicado para otros carboncillos. El estampado del pañuelo está dibujado con la goma de borrar tal como indico en este post.
El soporte es una lámina de papel blanco de 44x60cm.
Se ha conservado muy bien a lo largo de los años porque está enmarcada y protegida por un cristal, de ahí que la fotografía que os muestro tenga algunos reflejos al fondo.
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