domingo, 3 de noviembre de 2019

Composición con acrílicos


Os contaré lo que me pasó con este cuadro.
Preparé el tablero con acrílico blanco sin diluir (primero una capa fina, y una vez seca, otra espesa y gruesa) y practiqué sobre el acrílico húmedo un dibujo en relieve.
Lo dejé secando y me dediqué a otra cosa.

Cuando volví sobre el cuadro pasados unos días, el dibujo no me satisfizo, me pareció escesívamente explícito pero ya estaba completamente seco y duro y no me apetecía tirar el tablero así que decidí olvidarme de que estaba allí y comencé a pintar.

Pero no te olvidas del todo. Sin darte cuenta te dejas llevar por una línea, un surco, intentado integrarlos en la composición porque el relieve o la pincelada en la pintura forman parte indisoluble de ella.

El resultado final a mi me gusta, me ha dejado satisfecha y expresa muy bien lo que yo quería.

Cada vez que aprovecho una pieza que al principio parece desechable, me quedo contenta. Me pasa lo mismo en la cocina. Me encanta inventar platos con sobras y restos.

Algún sicólogo quizá tenga algo que decir...




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