lunes, 20 de mayo de 2019

Marina- Óleo sobre lienzo


Cuando pinté este cuadro, tenía claro que lo que quería era hacer una marina así que dibujé sobre el lienzo un mar, un cielo y unas barquitas por allí flotando.

La escena era muy simple, muy manida; no me decía nada en absoluto, no despertaba en mi ningún tipo de emoción y además, me había resultado tan fácil dibujarla que no le encontraba aliciente o mérito alguno.

Entonces pensé: haré "mi" marina, la haré a mi manera.

Me deshice del dibujo inicial conservando de él solamente un trocito del casco de la barca. Me deshice también del formato largo y estrecho típico de las marinas, empecé de nuevo.

Tracé líneas rectas y cortantes que suavicé con algunas pocas curvas, mezclé colores, representé (no reproduje) olas, pedazos de agua y cielo, rayos de sol y de luz incidiendo sobre el mar,  con fuerza, con energía .

Neutralicé los colores fríos del agua con los rojos y dorados de la puesta de sol sobre el mar.

Emergió una composición cortante y áspera; desapareció lo melifluo.

En fin, contravine todas las normas, todo lo que nos enseñan que hay que hacer cuando se pinta una marina y me quede tan ancha. Me gustó el resultado.

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