Autopista hacia el cielo: retrato de una civilización. Óleo sobre lienzo
Yo no creo en el destino pero si en que la suerte y la casualidad tienen mucho que ver en el rumbo que toman nuestras vidas. Imaginamos "un cielo" una situación ideal a la que aspiramos y en la que invertimos nuestros esfuerzos. Nosotros somos los que construimos el camino hacia ella y la suerte o la casualidad lo convierten en sendero o en autopista. Puede que un día, contra nuestro deseo, la autopista que hemos construido se tuerza, se desvíe o sencillamente se acabe. Puede que el camino haya estado equivocado desde el principio...