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Mostrando entradas de abril, 2017

Autopista hacia el cielo: retrato de una civilización. Óleo sobre lienzo

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Yo no creo en el destino pero si en que la suerte y la casualidad tienen mucho que ver en el rumbo que toman nuestras vidas. Imaginamos "un cielo" una situación ideal a la que aspiramos y en la que invertimos nuestros esfuerzos. Nosotros somos los que construimos el camino hacia ella y la suerte o la casualidad lo convierten en sendero o en autopista. Puede que un día, contra nuestro deseo, la autopista que hemos construido se tuerza, se desvíe o sencillamente se acabe. Puede que el camino haya estado equivocado desde el principio...

Lara: boceto para un cuadro.

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Cuando pinté el retrato de Lara que podéis ver aquí , hice unos cuantos bocetos de fotos diferentes para interiorizar los rasgos de la niña ya que como conté en su momento, no la tenía delante y tuve que basarme en fotos y recuerdos. La mayoría los tiré porque fueron hechos en el primer papel que pillé a mano y no tenían más intención que la que os cuento pero éste que os muestro hoy me gustó y lo conservé. Está realizado con acrílicos sobre cartulina blanca.

Recuerdos infantiles. Gouache sobre papel

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Cuando yo era pequeña, los niños disponíamos de muy pocos juguetes así que a los que teníamos les sacábamos rendimiento a tope. Yo tuve, entre algunos otros, una arquitectura de piezas de madera coloreadas que recuerdo con cariño y nostalgia. ¡Cuántas horas inventando, construyendo, imaginando cosas con ella! A veces, me pongo a pintar o a dibujar y me encuentro sin querer rememorando aquellas bonitas piezas de colores y pienso que quizá mi afición por expresarme a través de las figuras geométricas, lo colores puros y planos y las composiciones a base de líneas venga de aquella arquitectura y todo lo que viví con ella y a través de ella. Este gouache de hoy es una muestra.

Dos hermanas. Gouache sobre papel

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Mi hombro derecho no quiere trabajar. Pide reposo y se niega a sujetar el pincel en el aire tal como es necesario hacer pintando con el caballete así que aquí me tenéis otra vez con una pintura al gouache que puede hacerse sobre la mesa con el hombro relajado. Lo cierto es que a mi esta técnica me encanta. Los colores quedan limpios y puros como a mi me gustan, corren ligeros por el papel, secan deprisa, puedes repintarlos si no has quedado satisfecha...son una auténtica gozada. Y algo muy importante cuando quiere dosificarse el trabajo: la limpieza de pinceles y recipientes es rápida y muy fácil. El dibujo de hoy está realizado sobre papel de acuarela sin dibujo previo, con trazos rápidos y decididos y sin repintados, con la pintura ligeramente diluida. Fijaos que colores más luminosos, casi parecen acuarela.