Aquel era un retrato de estilo hiperrealista en el que yo,
como ejecutora, me limité a poner en práctica la técnica correspondiente, tanto
con el dibujo como con la aplicación de la pincelada y el color, reproduciendo lo
más fielmente posible la realidad plasmada en una fotografía.
El retrato de hoy sin embargo, es una mezcla de simbolismo,
constructivismo y abstracción.
Realicé el dibuje sobre el lienzo de forma realista pero "a ojo" pues lo de las reglas de tres no es lo mío y ahí acabó todo parecido con la realidad fotográfica.
Los colores empleados nada tienen que ver con los de un
rostro real y las modificaciones llevadas a cabo en el dibujo, exagerando unas partes
(como el pómulo), minimizando otras, añadiendo formas, volúmenes y líneas que
circundan, encierran o liberan la figura, intentan convertirlo en una visión
personal del retratado y de su personalidad.
Mi intención por tanto no era "reproducir" sino "expresar" aunque conservando ciertas partes de realidad para que quien lo vea y conozca a la persona sepa de quién se trata.
Es un pequeño óleo sobre lienzo de 36cm x 28cm.