Pintar al gouache. Cabeza de mujer

Las pinturas de gouache o témpera son las que se utilizan para iniciar a los niños debido precisamente a su facilidad y comodidad de uso.

Tienen un acabado mate que les proporciona fuerza expresiva y son bastante opacas lo que las diferencia de las acuarelas y permiten correcciones.

Se diluyen con agua y pueden aplicarse sobre cualquier soporte: papel, cartón, lienzo, madera, tela… sin necesidad de imprimarlo o sellarlo previamente.

Puede realizarse con ellas pintura seca o en aguadas. Las posibilidades son muchas.

Yo las he utilizado bastante y espero seguir haciéndolo así que tendremos oportunidad de seguir hablando de ellas.

La pintura que os muestro está hecha al gouache con pinturas ligeramente diluidas, sobre una lámina blanca de acuarela que ha quedado visible en la parte central de la cara.

Dibujo con tinta china y pincel. Niña comulgante

La tintas chinas dan mucho juego.
Aparte de dibujos a base de líneas podemos hacer con ella pinturas con pincel con un acabado muy interesante.

Podemos:

• utilizarlas tal cual salen del frasco
• diluirlas en agua
• mezclarlas para obtener nuevos tonos o colores
• realizar aguadas sobre papel húmedo
• pintar en seco.
• utilizar pinceles suaves de marta o similar
• utilizar otro tipo de pincel más áspero y plano, cargándolo con poca tinta, para coseguir diferentes texturas.

La niña del dibujo de hoy está pintada con tintas chinas de color rojo, azul y amarillo.
Los azules más vivos, con la tinta tal como viene; los más claros, con la tinta diluida; la cara mezclando rojo, amarillo, y una ligerísima pizca de azul y más o menos agua.

Todos los colores de tinta china, excepto el blanco, dan un acabado transparente. Si en las mezclas añadimos blanco el acabado es opaco. De esta manera, podemos jugar con estos efectos.

Respecto a lo que el dibujo representa, acabo de leer un artículo del escritor Manuel Vicent que lo describe de forma tan magistral que cualquier cosa que yo diga, será nada. Aquí os dejo la copia del artículo:


" A partir de los siete años se desarrolla en el cerebro humano el neocórtex donde anida la inteligencia y para celebrar ese acontecimiento en la religión católica los niños toman la primera comunión. La llegada del neocórtex supone el fin de la inocencia. De hecho esas criaturas vestidas de marineritos y princesitas, que después de la ceremonia religiosa reciben tantos regalos, en realidad están siendo expulsadas del paraíso, como lo fueron, según el Génesis, nuestros primeros padres. La Iglesia enseña que a partir de los siete años con el uso de razón si ese niño muere en pecado mortal se va para el infierno. Hasta esa edad estas criaturas estaban gobernadas por el cerebro límbico, que los seres humanos comparten con algunos mamíferos superiores. En ese cerebro se inscriben durante la infancia los sentimientos, los símbolos, los dogmas, las creencias, los terrores, la autoridad del padre, del maestro, del clérigo, los primeros sabores, caricias, aromas, canciones, paisajes. En el paraíso de la infancia, como sucede con cualquier animal, el niño se siente inmortal puesto que no tiene conciencia de la muerte. Ese cerebro límbico es el que reclama la Iglesia en propiedad para inocularle su doctrina porque sabe que todo lo que se grabe en su mucosa desprotegida de la razón no se olvidará jamás. Es lógico que al niño lo vistan de marinero, ya que expulsado del paraíso, deberá iniciar la azarosa travesía de la vida. En cambio, con el traje de novias infantiles a las niñas se las reserva el sueño machista del permanente cuento de hadas. Esta ceremonia rememora aquel estado de la evolución en que al pie del árbol del paraíso, al morder la manzana, se inició nuestra conciencia, que nos convirtió en seres mortales y en estos domingos de primavera con el niño recién comulgado las familias llenan los restaurantes para celebrarlo". Manuel Vicent

Cerebro activado

Hoy os muestro un acrílico sobre tabla de 60x60cm que he titulado "Cerebro activado" porque simbolíza los dos lóbulos, derecho e izquierdo, del cerebro en plena producción: el reflexivo y matemático y el emocional, artístico o del lenguaje.

La tabla está al natural, sin imprimar.

La pintura del fondo está aplicada muy diluida en agua, totalmente líquida, directamente sobre la tabla húmeda lo que produce esos bordes deshilachados y ese aspecto transparente.

Para el dibujo, apliqué capas de pintura más espesa y opaca.

Las letras y los números están estampados utilizando moldes de caucho.

Me encanta como queda el estampado con estos tampones, un acabado con imperfecciones que simboliza estupendamente nuestras capacidades y destrezas siempre susceptibles de mejorar.

Profundo mar azul

Viendo el título que le he puesto a este cuadro, un óleo sobre lienzo de 81x60cm, alguien podría preguntarse dónde está el mar…

Al pintarlo, yo no tenía ningún interés en reproducir una estampa marina con sus olas, su arena y sus rocas. Para eso habría cogido la cámara de fotos y hubiera hecho unas cuantas en un momento.

Lo que a mí me llama poderosamente la atención de este maravilloso mar Cantábrico es su color, o mejor, sus colores, la cantidad de colores que es capaz de reflejar.

Y eso fue lo que me inspiró y lo que traté de plasmar en el cuadro: la hermosa gama de azules, y verdeazules y cómo los muestra todos según la luz y la profundidad.

Hasta el naranja , el amarillo y el violeta están presentes en este mar a las horas bajas del atardecer.

En cuanto a las técnicas empleadas, destacan dos:

• Los degradados: para pasar de forma suave, sin contornos muy marcados, de un color a otro, de uno intenso a uno pálido, aplicando primero ambos y mezclando después con el pincel el contorno de ambos hasta fundirlos.

• Los contornos definidos: para diferenciar claramente, al contrario que con la técnica anterior, un tono del otro. Para conseguir este tipo de contornos hay que utilizar un soporte con poca textura, aplicar la pintura en capas muy delgadas y fluidas que se dejan secar y aplicar después una capa algo más gruesa utilizando un palo o bastón si es necesario para mantener el pulso firme.

Para trazar la línea naranja que cruza en diagonal el cuadro, utilicé cinta adhesiva, de la que usas los pintores. Sólo lo utilicé con ésta pues para mi gusto así se consigue un borde demasiado perfecto, un tanto frío,  que no lo veía oportuno en este caso.

Para el resto de las líneas, lo hice a pulso o sujeté un bastón con la mano por un extremo y con el caballete por el otro y apoyé el brazo sobre él para que la mano se mantuviese firme en el trazo.

Abuela Maria. Retrato a carboncillo

Esta guapísima mujer era la abuela materna de mi pareja. 

La dibujé hace muchísimos años, nada menos que en el 77 como puede apreciarse debajo de la firma.

Es uno de los retratos a carboncillo de los que más orgullosa me he sentido y no por sus méritos artísticos, que no los tiene ya que me limité a reproducir lo que veía en la foto sino por la técnica que, modestia aparte, manejé con bastante soltura.

¡Madre mía, qué vista tenía de jovencita! Solo dispuse de una fotografía pequeña, muy clara y nítida, eso sí y de una lupa con la que observaba los detalles. Nada de ordenador con pantalla grande ni de ampliaciones con la impresora como podemos hacer ahora para ayudarnos con los dibujos.

La técnica empleada fue la que he explicado para otros carboncillos. El estampado del pañuelo está dibujado con la goma de borrar tal como indico en este post.

El soporte es una lámina de papel blanco de 44x60cm.

Se ha conservado muy bien a lo largo de los años porque está enmarcada y protegida por un cristal, de ahí que la fotografía que os muestro tenga algunos reflejos al fondo.

Pareja. Dibujo con rotring

Ya conté en otra ocasión como hubo una época en la que a falta de poder desplegar caballetes y lienzos, me dediqué a dibujar con rotring, cómodamente sentada a la mesa del estudio.

De esa época conservo muchos dibujos, algunos de los cuales os he ido mostrando y otros vendrán más adelante. El de hoy es uno de ellos.

Ya había dibujado una mujer muy parecida con lápices de colores (abajo). En esta ocasión, le añadí una pareja para que no se sintiera tan sola. 

Muestro los dos dibujos para ver cómo podemos hacer múltiples variaciones de un mismo tema y convertirlo en algo muy diferente sobre todo si cambiamos la técnica.

El de portada, dibujado con tinta y rotring, es más esquemático, pura línea, y podría valer como ilustración en un libro. En él, acentué conscientemente las partes más características del cuerpo femenino : vientre y caderas y conservé idéntica la cara de clara influencia picassiana.

Composición en relieve

Hoy traigo un trabajo diferente. A ver qué os parece.

Siempre me ha gustado jugar con las formas y los colores, crear composiciones totalmente abstractas en las que los protagonistas sean exclusivamente los aspectos pictóricos formales: color, forma, composición, ritmo, equilibrio, contraste...e intentar conseguir con todo ello un conjunto armonioso, equilibrado, agradable a la vista.

Esta vez quise añadir relieve o volumen así que le pedí a mi carpintero particular que me cortara unas tablillas de formas y tamaños concretos.

Primero realicé el dibujo a lápiz sobre papel.
Cuando logré la composición que me satisfacía, hice pruebas de color con pinturas de palo.
Cuando lo tuve ya todo claro, empecé manos a la obra.

Utilicé para el soporte un tablero cuadrado de madera contrachapada de 80cm de lado. Las tablillas también fueron cortadas del mismo tablero.

Tanto las maderitas como el tablero, van pintados con pintura acrílica diluida, sin aparejo previo para que se vean a su través las vetas de la madera.
El conseguir los tonos deseados era el reto pues al ir sin aparejo, había que acertar a la primera ya que un retoque habría arruinado el conjunto.

Las piezas van encoladas.
He quedado satisfecha. Lo miro y me gusta. Me parece que expresa lo que yo buscaba: armonía, serenidad, equilibrio y (espero y deseo) una emoción o sensación placentera a quien lo contemple. Además, disfruté muchísimo haciéndolo.

¡Grito! dibujo con rotring

Hoy traigo de nuevo un dibujo realizado solamente con rotring y tinta negra.
El tema me pareció que no pedía colores. No me extiendo sobre él porque no necesita mucho comentario.

Utilicé diferentes grosores de punta. La más gruesa, tocando apenas el papel, para rellenar los trozos que van en negro. El resto, de más gruesa a más fina en función de las líneas.

El papel utilizado es una lámina de dibujo Canson de color blanco, especial para dibujos con tinta.
Es un papel de textura fina y satinada que impide que la tinta se corra y permite que el rotring se deslice sobre ella con toda facilidad.